Hoy terminan las clases. Los niños están ansiosos porque llegan las vacaciones y los padres porque no saben qué van a hacer con ellos mientras trabajan.
Las vacaciones transcurren entre campamentos, campos, playas, viajes, sus casas…y todo este cambio de actividades les viene muy bien a los niños, pero hay algo en lo que no debemos caer los padres y madres en permitir, LA OCIOSIDAD.
No debemos confundir el ocio con la ociosidad. El primero es necesario casi cada día, tener un ratito de ocio permite que nuestra mente descanse, pero la ociosidad, entendida como un exceso de ocio, es muy perjudicial.
Hay un dicho muy acertado….»cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo», debemos encontrar el equilibrio entre ofrecer actividades a nuestros hijos y dejarlos que también se aburran un poco, porque el aburrimiento es la madre de la creatividad.
No podemos pretender haberles ocupado todo el tiempo del curso y de pronto, dejarles todas sus horas libres. Hay tiempo para todo, jugar, pasear, hacer deberes…
Recordad que los niños han cogido las vacaciones del colegio y nosotros de nuestras responsabilidades laborales pero no olvideis que del trabajo de padres y madres nunca se cogen vacaciones.
FELIZ VERANO!!
