Siento seguir hablando de lo único en este último mes, entiendo que es un aburrimiento y que ya estamos un poco hartos de lo mismo pero hoy me he decidido a hablaros de esto porque me siento muy preocupada por vuestros hijos pequeños.
No dejo de escuchar que las explicaciones que les damos para no poder salir a la calle es que hay bichitos fuera, haciendo un gran esfuerzo en que nos entiendan y así poder minimizar los problemas que nos pueda dar en la necesidad de nuestros pequeños de salir a la calle.
Me gustaría que entendierais que una vez que los niños hayan interiorizado esta realidad, cuando ya puedan salir, no vamos a poder evitar que sientan un miedo irracional a salir a la calle. Y qué hacemos después???.
Quiero que lo entendáis como cuando le decimos que viene el perro o que viene el lobo, o que viene la bruja….cualquier cosa que venga es mala, en este caso es el virus. Cada niño es un mundo y esto no es aplicable a cada uno de ellos, pero sí a muchos. Me imagino a uno de estos niños cuando sus padres están muy contentos porque ya pueden salir a la calle, que ellos, son tirados de la mano hacia afuera, que cierran los ojos para «no ver» a los bichos y que sienten esa ansiedad anticipatoria de que se les viene encima aplastándolos…cualquiera sabe lo que se les pueda pasar por la cabeza.
Es muy complicado explicarselo a niños pequeños, pero por favor, el virus no está en el ambiente, se contagia por la saliva o por contacto y más o menos así es como se lo debemos transmitir, pero no debemos hacerles creer que sólo el hecho de salir es el problema para que «te coma» el virus.
No sabemos las consecuencias psicológicas derivadas de este confinamiento, pero sí podemos evitar que la agorafobia sea una de ellas, gestionando bien la información que les ofrecemos a nuestros pequeños.
