Hay días que todo se hace un mundo, que lo más mínimo nos parece un horror, esto nos puede pasar a todos.
Es muy fácil hablar y muy difícil estar en esta circunstancia, pero lo que sí debemos tener claro es que cualquier situación la podemos tomar de tres formas diferentes:
-como un daño
-como una amenaza
-como un desafío.
Tanto en el primer caso como en el segundo, nos hacen sentir la situación de forma negativa y nuestra reacción por tanto, estará sesgada por la ansiedad, el miedo y el bloqueo.
Si por el contrario, tomamos las situaciones como un desafío, nuestra forma de actuar será siempre fructífira, en busca de resultados y soluciones.
Soy consciente de que no es fácil, pero merece la pena intentarlo, no?