Es muy común escuchar que alguien ha tenido un ataque de anisedad, hay veces que ciertamente han tenido «algo», pero no es un ataque de ansiedad y otras que sí.
Por eso es importante saber en qué consiste.
En líneas generales, es una sensación de miedo o de malestar intenso, que aparece de pronto y puede durar desde unos minutos hasta horas.
Al sentir este malestar, la persona interpreta que algo muy grave le está pasando y por esta interpretación aún se intensifica más.
Los síntomas más comunes son, taquicardia, ahogo, temblor, dolor en el pecho, náuseas, mareos…tal llega ser el grado de malestar que puede confundirse con un ataque al corazon.
Una vez que sabemos los síntomas, es importante saber lo que podemos hacer.
Lo más habitual es que previo a la crisis, ya estaremos pasando por un periodo de estrés o de conflicto, por lo que en principio, deberíamos centrarnos en la respiración y a partir de ahí, intentar controlar nuestros pensamientos que son los que están retroalimentando la crisis.
Por supuesto, si se sufren crisis de ansiedad, se debe acudir a un especialista, no tanto porque la crisis en sí no es grave, sino porque puede llegar a ser incapacitante porque te limita mucho la vida a través del miedo anticipatorio de que te pueda volver a ocurrir y además porque se debe trabajar lo que te está generando esa base de ansiedad, ya sea de forma consciente o inconsciente.
