A veces, aunque no es muy habitual, me llegan pacientes a los que han diagnosticado de cáncer para que les ayude a gestionar los sentimientos en ese trance.
La psicología también puede ayudar en estos diagnósticos , y es un dato aún no muy tenido en cuenta, aunque realmente existen psicólogos especialistas en esto.
La salud es el resultado de lo físico y de lo psicológico, y en la curación, está demostrada esta interconexión, por lo que, a parte del tratamiento, debemos registrar en nuestro cerebro emociones positivas para aumentar las habilidades inmunológicas.
En general, la intervención se centra en:
-Técnicas de afrontamiento: debemos evitar que el enfermo caiga en un estado de ansiedad y depresión que puede acompañar al proceso y que no ayuda en el pronóstico.
-Se interviene en la familia del paciente y se les entrena en el soporte emocional del paciente e igual de importante, en el soporte emocional de ellos mismos.
-Se entrena en técnicas de relajación.
-Se entrena en visualizaciones de aquello que queremos conseguir
-Y por supuesto, en la terapia cognitiva para favorecer el cambio de pensamiento, enfocándonos en los positivo y en la esperanza.
Por lo tanto, vamos a intentar que esta situación se convierta para la persona en un reto más de la vida jugando con esta dualidad de nuestra existencia, en la que los médicos y los tratamientos se enfocan en lo físico mientras que los psicólogos proporcionamos estrategias cognitivas, conductuales, emocionales y sociales para el manejo del miedo, de la ansiedad, de la depresión y de la anticipación de acontecimientos, mejorando así la calidad de vida y del tratamiento en sí.
«No hay que rendirse, estamos rodeados de personas que nos pueden sujetar, sólo hay que pedir ayuda». Valientes.