Amo mi trabajo. Los que me conocéis, sabéis que es así.
Atender personas y ver cómo evolucionan, ver cómo se van dando cuenta de su realidad y la van afrontando y modificando.
Ir a las Escuelas Infantiles, hablar con padres y madres que a medida que van verbalizando van pasando de estar sentados en el filo de la silla a estar recostados en ella, abriendo su corazón y no juzgándose en sus explicaciones…entrar en las aulas y observar a esos pequeñajos que te miran y sonríen y te dicen hola mientras están desayunando con restos de magdalenas en la nariz…
Niños y niñas que están jugando a la vez que están refregándose los ojos, esos puñitos arriba y abajo como queriendo quitarse de la vista un monstruo que le molesta…el sueño.
Sí, desgraciadamente, nuestros niños pasan sueño, se acuestan tarde y se levantan relativamente temprano. Los padres se me quejan de que por las mañanas tienen muy mal humor, no quieren desayunar, no atienden a nada, no quieren nada…pues claro, quieren dormir.
¿Cómo os sentís vosotros cuando los niños se despiertan día tras día varias veces? ¿Os sentís contentos?. Cuando suena el despertador, ¿os sentís felices?. ¿Queréis que vuestros hijos sean felices? ¿que estén contentos?. Cubridles sus necesidades básicas, sueño y alimentación.
Nuestros niños pasan sueño, duermen a deshora, de noche se acuestan tarde, no duermen las horas adecuadas, no sabemos gestionarlo.
Mirad nuestra realidad. Cuanto más descansados estamos, más felices somos, es un hecho objetivo.