Uno de mis hijos tiene 9 años. Es algo impulsivo, inquieto, trabajador, responsable, comprometido,algo bocazas, leal, sincero ( a veces demasiado) y noble, muy noble (a veces también demasiado).
Cuando salimos a tomar algo, no pasa mucho tiempo cuando ya está jugando con algún niño que también esté por la zona, sus habilidades sociales las tiene más desarrolladas que yo misma y cuando nos vamos, me explica qué ha hecho, cómo se lo ha pasado, cómo se llamaba ese niño…
Hasta ahí todo va sobre ruedas, el problema surge cuando él considera que ese niño, con el que ha jugado no más de una hora y que probablemente no volverá a ver nunca más, su AMIGO.
Esto mismo le ocurre a muchos niños, no saben diferenciar los conceptos de amigos, compañeros, conocidos, vecinos…engloban a todos los niños como AMIGOS, sin darse cuenta que el grado de compromiso de cada uno es diferente, y claro, luego pasa lo que pasa, y si espero trato según el rol amigo, pero sólo es conocido, me defraudaré contínuamente y sin ninguna necesidad.
Por eso, el otro día le expliqué la diferencia entre los distintos roles. Le dije que no era lo mismo un amigo, con el que compartes juegos, cariño, secretos, sabes cosas de su vida, que un compañero, un niño que también está en su clase, que le puede gustar más o menos y que, por supuesto, se puede pasar de ser compañero a ser amigo, pero eso ocurre con el tiempo. Después están los vecinos, que son personas que viven en el mismo sitio que tú y con los que puedes jugar. Los vecinos también pueden llegar a ser amigos, pero al igual que antes, también con el tiempo.
Y por último los conocidos, que son personas que sabemos que existen, pero que no nos aportan nada.
Mi hijo me miraba estupefacto…le expliqué que había 4 sacos y empecé a nombrar a personas que él conocía para que los fuera metiendo en cada saco… Cuando ha llegado hoy a casa me ha dicho, mamá, me he dado cuenta que «tal niño» es sólo compañero…y yo me he sentido muy tranquila porque he sido capaz de enseñarlo a clasificar a su grupo de iguales y así evitar que espere más de lo que otros le pueden dar y se sienta mal por ello.
Pd: Ser madre, ciertamente, es bastante complicado.