Ya estamos en la vuelta a la rutina. Ya empezamos de nuevo con horarios, prisas, obligaciones… Dicen que Septiembre y Enero son los dos meses en los que las personas nos proponemos objetivos y metas.
Ahora tenemos que hacer balance de las vacaciones, qué hemos hecho y qué podríamos haber hecho, qué no deberíamos de haber hecho, qué nos queda por hacer….
Y en eso estamos, en lo que nos queda por hacer. Los que somos padres, trabajadores, amas de casa, financieros, economistas, educadores, (todo en una sola persona) debemos ponernos unas metas, unos objetivos concretos que orienten nuestro día a día para no perdernos y para aprovechar mejor nuestros días, que son únicos e irrepetibles. Ahora nuestro propósito debe ser conseguir ser mejores en todas nuestras áreas, no perder el tiempo en lo que podría ser, sino esforzarnos en que esa posibilidad se convierta en una realidad. No valen las quejas, que no nos llevan a ninguna parte, sólo nos debemos permitir la acción, una acción orientada a esa meta que nos hemos impuesto.
Mucho ánimo, que al final lo conseguiremos.